A buenas horas mangas verdes
Cuando Madrid lleva varias semanas en una situación crítica sobre el aire que se respira en la ciudad – los especialistas en este campo han avisado del límite para enfermos de vías respiratorias y todo tipo de ciudadanos – se le ocurre a la alcaldesa Botella poner en marcha diferentes medidas para resolver este gravísimo problema que, entre otras cosas, va a costar a la capital de España, una importante multa impuesta por las autoridades de la Unión Europea en este campo.
Hace no demasiados meses, esta criatura de otra galaxia que es la alcaldesa de Madrid, se atrevió a decir que Madrid disfrutaba del aire más puro de Europa. Y, como siempre se quedó tan tranquila, y es que, esta ciudad ha llegado al límite de todos los parámetros que se utilizan para analizar la calidad de su atmósfera y cuando se tienen asesores – extraordinariamente bien pagados tras nombrarlos a dedo – todo es posible. Especialmente si se intenta rentabilizar estas y otras manifestaciones cara a la debacle electoral que va a sufrir el PP en el ayuntamiento de Madrid.
Se ha inventado la gloriosa alcaldesa medidas originales, como utilizar el coche quienes tengan número par e impar en sus matrículas, y otras lindéces que simplemente no sirven para la situación que padece la ciudad que está sufriendo en estos días, el pico de la epidemia de gripe a que ha contribuido de forma muy importante la polución que casi permanentemente sufre la ciudad
Y es que la alcaldesa tramposa, junto a la anterior política llamada Esperanza Aguirre, hicieron todo tipo de juegos malabares para cambiar los medidores de la polución en los lugares más conflictivos en este asunto y así, los colocaron en lugares que prácticamente no señalaban peligro alguno de riesgo para la salud.
Hasta ese punto estos políticos tramposos del PP son capaces de engañar a los ciudadanos . Claro que ahora, como los electores que tienen más sentido común de lo que ellos suponen – aunque siempre hay ignorantes e interesados en asuntos oscuros que no querrán enterarse de esto – les echarán de sus lucrativos cargos políticos, echarán la culpa al lucero del alba.
Mientras tanto, el nuevo Ayuntamiento de Madrid – gracias a esta tropa de ineptos – deberá pagar una importante sanción que les hará llegar la Unión Europea. Eso si, no lo pagarán de sus bolsillos, lo deberemos pagar los contribuyentes desde nuestros impuestos.