Cruceros, contenedores y buques de prospecciones

[dropcap]E[/dropcap]l Puerto de las Palmas de Gran Canaria  por su estratégica situación en la ruta hacia los países de la costa occidental de Africa y del sur, así como de América central y del sur, siempre ha tenido mucho tráfico. Se ha convertido en centro de cruceros de turismo, especialmente durante el invierno. Es habitual contemplar modernos e impresionantes buques que parecen ciudades flotante, que realizan itinerarios en varias islas del archipiélago, así como en Madeira y Marruecos, Pero también, hasta hace bien poco este puerto era líder en el tráfico de contenedores. Parece que algunos puertos africanos lo han superado ya. Últimamente  se ha puesto de moda porque además de poseer unos astilleros de reparaciones navales, atienden también, para reparaciones y avituallamientos, a los buques que realizan prospecciones petrolíferas que vienen constantemente a reparar, o anclan frente a las costas de las Palmas de Gran Canaria durante mucho tiempo, esperando alguna orden para desplazarse hasta el lugar donde se inician perforaciones. Son trabajos que benefician económicamente  a este puerto. Por otro lado, es habitual ver alguna de esas enormes plataformas petrolíferas que permanecen un tiempo, bien, amarradas a los muelles de Las Palmas, o en alta mar. También es frecuente contemplar numerosos buques de diferentes nacionalidades, tipos y usos,durante mucho tiempo,  aparte de los citados, anclados frente a las costas de la capital.

La Autoridad Portuaria de Las Palmas lamenta que en algunos de sus muelles permanezcan  buques que han sido abandonados por sus armadores. Algunos, como el «Dionisios S», de nacionalidad griega, lleva catorce años abandonado.  Se estima que hay veinticinco barcos en esta situación, de los cuales seis han sido capturados con alijos de drogas. A veces, los desaprensivos armadores se desentienden también de los tripulantes que, antes de ser repatriados, suelen vivir a bordo gracias a las ayudas  humanitarias.  Al mismo tiempo le crean un problema al puerto de la capital grancanaria porque estos buques ocupan líneas de atraque que necesita, suponiéndose que cada uno deja una pérdida anual de 25.000 euros.

No es fácil desprenderse de estos barcos, que se convierten en pura chatarra, ya que ha de recurrirse a la subasta de los mismos. Otra solución sería el hundimiento, pero crearía, a su vez, problemas de contaminación.