Deficiencias e infraestructuras de país tercermundista en muchas instalaciones de la Sanidad en España
[dropcap]C[/dropcap]omo ya damos a conocer en nuestra Carta del Director – algo que no suele hacerse en esta publicación puesto que no personalizamos nuestra información – valoramos en esta ocasión la Sanidad española, ya que es parte destacada de nuestra vida, y también tiene mucho que ver con la actividad turística, no en vano es parte de nuestro bienestar y de mucho de quienes visitan España.
Y es que junto a excelentes profesionales que trabajan en la Sanidad de este país se dan dos apartados muy especiales. Unas muy deterioradas infraestructuras y una tropa de gestores, absolutamente impresentables.
Hace pocas fechas un médico del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, Juan Carlos Márquez, denunció que en ese hospital, se realizaban auténticas estafas, al realizar biopsias y otras pruebas, para médicos y clínicas privadas, todo ello pagado con dinero público.
Naturalmente todo ello desmentido por el gerente del hospital y el apoyo de numerosos médicos al denunciante, y que ha supuesto una persecución y un ajuste de cuentas que es conocido en este ámbito hospitalario.
Otro ejemplo interesante, así lo de mostramos en nuestra fotografía realizada en la habitación del director de esta revista que ha estado varios días ingresado en el Hospital Gregorio Marañón, planta 4º y habitación 3332, donde puede observarse la inundación que llega hasta el pasillo, desde el baño, al asearse en la ducha los pacientes.
Para resolverse nada mejor que tirar al suelo las sábanas usadas de los pacientes y asunto resuelto. Ese es un ejemplo de lo que se encuentra el paciente allí ingresado. Otro ejemplo pues de tercermundista instalación, con la que deben pelear los profesionales médicos.
Pero en los tiempos que corren un apartado de enorme importancia es la Seguridad. Hemos detectado en esta instalación sanitaria, mínimas medidas en este apartado.
Para empezar no existe control alguno para todo tipo de personas. En el acceso principal – que da a la Calle Doctor Esquerdo – ni una sola persona que controle el paso.
Después en cada planta sigue la ausencia de vigilancia y, como mucho, unos trabajadores de una empresa de Seguridad, pasean vestidos de negro y no demuestran en absoluto otra cosa que darse paseos, en actitud transparente ya que nada saben cuando se les pregunta al respecto.
Como puede verse en la foto superior, durante 5 días un extraño bulto estuvo sin identificar para los enfermos y sus acompañantes, lo que es muy grave, al poder ser un peligro para el público.
Pero si finalmente da una idea de tercermundismo y que va contra todo tipo de medidas sanitarias – entre otras muchas posibilidades de queja – es que los paciente ingresados no reciben agua con sus comidas o necesidades al tomar su medicación.
Deben adquirirla de manera directa en unas máquinas, hábilmente colocadas en la Sala de Espera, lo que no parece una medida sanitaria de especial cuidado, cuando forma parte esencial del cuidado del tratamiento de un enfermo ingresado.
Curiosamente – así nos lo han dado a conocer profesionales del hospital – estas máquinas, y otros servicios que se prestan aquí, están contratados con empresas de Castilla La Mancha…