Cinco planes para el puente de diciembre en el Algarve
Si acaba de entrar el otoño y ya estás cansado de lluvia y temperaturas en descenso, aprovecha el Puente de Diciembre para cargar baterías al sol del Algarve. Un destino cercano, con esa luz suya tan especial, inspirador, vibrante y muy sorprendente, porque más allá de su condición de “paraíso veranie
go”, el Algarve abre en otoño su particular caja de Pandora para hacerte disfrutar con experiencias nuevas. Si quieres un Puente de Diciembre distinto, de ésos que cargan las pilas y activan el espíritu, a tope de planes diferentes, el Algarve te está esperando. Estos son sus 5 planes irrechazables e imprescindibles.
1.-. Curar tus males en unas de las termas más antiguas de Portugal y poner tu cuerpo y karma a punto. Seguro que a estas alturas del año las tensiones, sobre esfuerzos, nervios y prisas ya han hecho mella. Así que ha llegado la hora de hacerlos desaparecer. Te proponemos olvidarte de ellos en un lugar muy especial, “escondido” en la inmensidad de Monchique. Las propiedades curativas de las aguas de Caldas de Monchique, ricas en flúor, sodio y bicarbonato, son conocidas desde lejos – cuenta la historia que ya los romanos se bañaban en ellas, sabedores de su poder medicinal. Hoy día, regalarse una sesión de balnearioterapia en la Villa Termal Caldas de Monchique es un pequeño regalo que tu cuerpo y tu mente te lo agradecerá.
2.- Hacer una ruta a pie. Porque solo a pie llegarás a paisajes únicos en el Algarve, no aptos para las cuatro ruedas. Si bien las opciones para descubrir caminando la región son muchas, a través de los senderos de la Vía Algarviana (www.viaalgarviana.org), en esta ocasión te vamos a proponer dos experiencias muy especiales para realizar a pie: subir al punto más alto del Algarve; y recorrer la costa oeste, una de las grandes desconocidas del Algarve.
Con la Ruta Foía te adentrarás a pie en la Sierra de Monchique, perdiéndote en este inmenso “jardín botánico” lleno de pequeñas sorpresas naturales, y alcanzarás el punto más alto del Algarve, con 902 metros de altura; contemplar a vista de pájaro la región en toda su extensión, desde las serranías hasta el cabo de San Vicente, es una experiencia para vivir en primera persona. Por su parte, la Ruta Vicentina (www.rotavicentina.com) permite descubrir la costa oeste, uno de los litorales más especiales y mejor conservados del sur de Europa; elige el itinerario pegado a la costa (Ruta del Pescador) y descubrirás otro Algarve costero, de personalidad arrolladora. Imprescindible.
3.- Disfrutar de uno de los atardeceres más especiales del mundo. ¿Sabías que la puesta de sol en el Cabo de San Vicente figura en todos los listados de Mejores Atardeceres del Mundo? Ver caer el día en el punto más occidental de la Europa continental, el viejo Fin del Mundo, es un espectáculo natural único, buscado (¡y fotografiado!) por miles viajeros. La magia inherente a tan misterioso lugar, unida al impresionante paisaje de acantilados y mar bravo teñidos de naranja al caer la tarde, hacen de ésta una experiencia sensorial única.
4.- Jugar al golf en el Mejor Escenario de Golf de Europa. El mejor entre los mejores. Así acaba de ser distinguida Quinta do Lago en los World Golf Awards 2015, los “oscars” del golf. Y es que, mucho más que un resort de golf, Quinta do Lago es una experiencia global. Ubicado en el corazón del Parque Natural de la Ria Formosa, regalando increíbles paisajes, a su propuesta de golf amplia (con cuatro campos de golf en la propia Quinta – North, Sul, Pinheiros Altos y Laranjal – es uno de los resorts con mayor extensión de campos del mundo) y de gran calidad y prestigio hay que añadir un entorno natural único, con rincones de impresionante belleza en cada uno de sus recorridos. Una experiencia muy recomendable tanto para experimentados como para iniciados.
5.- Hacer surf en la costa oeste, ¡aunque seas novato! Hacer surf en la Costa Vicentina, una de las más personales de Europa, es una de las experiencias más buscadas por viajeros de todo el mundo. Si eres surfer experimentado, sabrás de lo que te hablamos (paisajes salvaje y aguas bravas, alejadas del turismo…). Pero si no lo eres… ¡regálate una clase de iniciación!
La Costa Vicentina asciende desde el Cabo de San Vicente y punta Sagres por todo el litoral oeste, hasta alcanzar el Alentejo. Playas vírgenes entre acantilados y olas de altura conforman la mejor invitación para surfers y boadyboarders, que durante todo el año acuden a la llamada de las olas de una de las costas más especiales del viejo continente.
Elegir una de las playas de la costa oeste es difícil. Sin embargo, la playa de Arrifana ocupa el top one entre surfers de todo el mundo. Otra de las favoritas es sin duda la playa de Amado: con su extenso arenal y gran oleaje, ostenta un lugar privilegiado entre las mejores de Europa para la práctica no solo de surf, también de todo tipo de deportes acuáticos.
Y por supuesto, pasear. Pasear por las playas del Algarve, distinguidas entre las mejores playas de Europa, y disfrutar de los particulares colores rojizos de un paisaje de costa único en el mundo, con sus inconfundibles acantilados y paredes rocosas, es siempre una experiencia inolvidable. Porque sí, también diciembre es buena época para disfrutar del mar y de los arenales del Algarve. Las temperaturas agradables y los días soleados invitan a disfrutarlos a pie, a caballo o en bicicleta (por la Ecovía del litoral, que une San António con el Cabo de San Vicente), del amanecer al anochecer, y empaparse de esta luz vibrante, radiante, reponedora, tan propia del Algarve.