Cumplidos cinco años y siete meses de la quiebra de Viajes Marsans y tras tres años y un mes viviendo en prisión, el expresidente de la patronal CEOE Gerardo Díaz Ferrán se enfrena al tribunal que le juzga por presunta apropiación indebida de 4,4 millones de euros procedentes de los clientes de la compañía.
El fundador de la compañía volvió a descargar su responsabilidad en su socio durante más de 40 años, el fallecido Gonzalo Pascual.
Desde que comenzó su calvario judicial por la quiebra de Viajes Marsans, Gerardo Díaz Ferrán ha echado la culpa a todo el mundo de lo que sucedió en la compañía con el objetivo de eximir su responsabilidad ante los tribunales.
El empresario repitió ayer sus acusaciones durante su interrogatorio ante el tribunal de la Audiencia Nacional que le juzga por quedarse el dinero de los billetes vendidos cuando ya sabía que Viajes Marsans iba a cerrar.
Díaz Ferrán volvió a descargar la responsabilidad del hundimiento de la compañía en junio de 2010 sobre la Asociación Internacional de Transportes Aéreo (IATA), por retirarle la licencia para vender billetes; sobre el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por dejar caer la compañía por no apoyar la reforma laboral; y sobre su socio y fundador junto a él de Viajes Marsans, Gonzalo Pascual.
El otro acusado en el juicio, el último director general de la compañía, Iván Losada, también señaló a Pascual como único responsable de lo que sucedía en Viajes Marsans
La Audiencia Nacional también condenó por este motivo a Díaz Ferrán y a Losada a cinco años y medio de cárcel y dos años y medio, respectivamente, tras alcanzar un pacto con la Fiscalía.
En esta ocasión no han conseguido llegar a un acuerdo por la negativa de la IATA, a la que pertenece Aerolíneas Argentinas, propiedad de Díaz Ferrán hasta que se la expropió el Gobierno argentino, y contra la que los acusados mantienen un pleito ante el tribunal del Banco Mundial.
