Muere Conchita tras acampar en la puerta de la Casa Blanca
Hace una decena de años, pudimos conocer a Conchita, frente a la puerta de la Casa Blanca. Concepción Martín Picciotto, la española que acampaba en la Casa Blanca, nos contaba en una mañana soleada en la capital de los Estados Unidos, su trágica personal razón de estar en aquel lugar, tras haber sido su hija “secuestrada” por su familia política, y no haber recibido ayuda de la Justicia norteamericana, para evitar tan dura realidad.
Lo hacía rodeada de cartones, maderas y otros elementos, que le servían de refugio, todo ello al aire libre y tanto en rl caluroso verano como en el crudo invierno de la capital norteamericana.
Connie – como todo el mundo la llamaba – ha muerto el pasado lunes 25 de febrero, en un hogar para indigentes de la capital de Estados Unidos. Se estima que Concepción, Conchita, Connie… tenía unos 80 años.
La de esta mujer gallega está considerada la protesta política más larga de la historia de Estados Unidos. Aunque los motivos por los que empezó esa lucha están más ligados a una derrota personal y una tragedia familiar. Nacionalizada estadounidense, Concepción Piccioto llegó a Nueva York en 1960 y trabajó como recepcionista en la oficina comercial española en esa ciudad.
La primera vez que Piccioto se plantó frente a la Casa Blanca fue en 1979, para denunciar una supuesta conspiración de su esposo para separarla de su hija. Conchita se consideraba el objetivo de una gran conspiración para arrebatarle la custodia de su hija, que incluía desde médicos a abogados e incluso la Administración.
«Yo quería irme a España y criar allí a mi hijita, pero mi marido y su familia se opusieron y montaron toda una campaña de acoso hasta que acabaron quitándome la potestad de la niña. Dijeron que no era una madre adecuada»,
Nacida en Vigo, Connie (como ella se hacía llamar) nunca volvió a ver a su hija. Abandonada ya su lucha cuando conoció en 1981 a William Thomas, activista por la paz al que se sumó, Piccioto declaró entonces que si no podía ayudar y recuperar a hija enfocaría su queja a favor de todos los niños del mundo y contra la trata de menores.
En aquel ya lejano 1981, cuando Ronald Reagan llegaba a la Casa Blanca, Piccioto y Thomas establecieron su humilde campamento en la plaza de Lafayette, frente a la residencia presidencial en el 1600 de la Avenida de Pensilvania. A ellos se unió Ellen Benjamin, quien se casó con Thomas en 1984. Cinco presidentes han podido ver desde entonces cada día desde la Casa Blanca la protesta contra el desarme nuclear que el trío llevó a cabo durante tres décadas. William Thomas moría en 2009 y Conchita aseguró que continuaría la protesta en su honor.
Conchita vivía de las limosnas que intercambiaba por piedras de la paz pintadas por ella misma y de donaciones que le hacían particulares. Calor asfixiante o frío polar, Concepción Martín Piccioto te recibía siempre con el mismo casco, aquel que llevaba para protegerse de «los rayos electromagnéticos» que le lanzaban desde la Casa Blanca. No se nos olvidará su amarga sonrisa.