Manuel Carmena pasa de la Constitución
¡ Quién lo iba a decir !. La insigne y prestigiosa jurista – ahora alcaldesa de Madrid – Manuel Carmena, que el pasado año diera el cante, «Renovando los votos de los madrileños ente la Virgen de la Paloma» , coincidiendo con esta festividad, se ha atrevido a estar presente en la misa que en la Iglesia de La Paloma, se ha celebrado en la capital de España, con motivo de esta fiesta religiosa.
Es más que curioso, que quien debe defender la legalidad de la Constitución en un país aconfesional, se presente como alcaldesa de la ciudad – a nivel privado puede hacer lo que quiera – representando a los madrileños en un acto religioso. A mi personalmente – y a otros muchos madrileños no creyentes – no me puede representar.
También es muy curioso que al acto asistiesen toda una tropa de políticos que – aprovechando la celebración religiosa – se dedicasen a poner verde a Pedro Sánchez – por ejemplo diciendo que estaba tomando el sol sin atender a sus obligaciones políticas ( lo dijo la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes ) – cuando asistían a una celebración religiosa.
La esperpéntica celebración religiosa, transmitida en director por la cadena pública TeleMadrid, estuvo presentada por la locutora Rebeca Marín, que intervino muy poco ya que el peso de la deprimente realización televisiva estuvo protagonizada por un sacerdote fundamentalista – llamado Manuel, del que omitimos su apellido para no darle publicidad gratuita – que se atrevió como moderno inquisidor Torquemada – a regañar a los asistentes que se movían durante el acto religioso, y que se manifestó durante toda la transmisión como si hablase a sometidos borregos o corderos, siempre teniendo en cuenta que estaba en una televisión pública de un Estado aconfesional.
Allí estaba la plana mayor de políticos socialistas, populares y de otras familias, para salir en la foto y ver, «cómo se preocupan de los problemas de los madrileños». Eso si, en un momento de la celebración religiosa se dieron la paz y todos tan contentos.
Cabe decir, parafraseando lo que dice esta cómoda y original religión que funciona a base de darse golpes de pecho, «perdónales porque no saben lo que hacen», Y es que semejante espectáculo no cabe en mente normal, dada la situación de este país, y mucho menos con protagonistas como la alcaldesa de Madrid, Manuel Carmena, que una vez más defraudó a muchos de sus votantes.