Maravillas de Huétor-Tájar
El cultivo del espárrago triguero tuvo su origen 5.000 años a.c, a partir de ese momento empieza a extenderse por el Mediterráneo.
Su llegada a España fue en el año 200 a.c, en el siglo VIII (año 711) con la invasión árabe se expande por la Península Iberíca.
En 1996, el espárrago de Huétor-Tájar, es reconocido por la Consejería de Agricultura y Pesca, aprobándose el Reglamento del Consejo Regulador y de la Denominación Específica, y en el 2.000 la Comisión Europea le reconoce como una Indicación Geográfica Protegida, por sus características únicas en el mundo.
Hoy forma parte de las 250 Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas Protegidas que hay en España, distintivo otorgado por su excelente calidad. Otro de los auténticos lujos de Huétor-Tájar es el aceite que se produce en esta zona. Olivos centenarios son la base de este manjar gastronómico. Aceite de oliva virgen extra, obtenido a partir de las aceitunas de las variedades: picudo, picual o marteño, hojiblanca, lucio, nevadillo de Alhama de Granada y loaime.
Aceites ligeros en boca. Presentan una amplia gama de aromas a frutas frescas, maduras, hierba, higuera, etc. Además, por la perfecta combinación de distintos atributos, podemos encontrar aceites equilibrados y redondos, que presentan ciertos toques de amargor y picor en perfecta armonía con sabores dulces.
Constituyen esta zona, los terrenos ubicados en los términos municipales de: Algarinejo, Alhama de Granada, Arenas del Rey, Cacín, Huétor-Tájar, Íllora, Jayena, Loja, Montefrío, Moraleda de Zafayona, Salar, Santa Cruz del Comercio, Villanueva de Mesía, Zafarraya, Zagra, y del término de Moclín la zona Occidental comprendida hasta el límite natural definido por el río Velillos, todos de la provincia de Granada.