El alquiler vacacional crea problemas de convivencia
Ahora en algunas localidades de Canarias se ha cogido la moda de ofrecer a los turistas pisos vacacionales, en perjuicio de los residentes que desean alquilarlos o que ya viven en ellos. En Las Palmas de Gran Canaria, por ejemplo, los vecinos de la zona de Las Canteras reclaman que se ponga coto a este sistema, ya que las comunidades se quejan de los escándalos que arman estos clientes con sus borracheras, música alta, peleas y gritos, que no dejan descansar a nadie por la noche, ya que, según Roberto Góiriz, presidente de la Asociación de Vecinos de Playa Chica, “los turistas se creen que están en un hotel o apartamento del Sur de la isla y no cumplen con las normas ciudadanas”. En ocasiones tienen que llamar a la policía para disuadir a los que originan tales conflictos, pero a veces ocurre que ni siquiera acuden por lo que el nivel de malestar en la población aumenta y la convivencia se hace imposible. Este fenómeno ocurre también en otros barrios de la capital grancanaria.
Algunas de estas comunidades sugieren que los propietarios de ese tipo de viviendas paguen una cantidad extra para paliar los perjuicios que causan sus clientes. También piden que este tipo de negocios esté regulado para evitar cualquier desmadre como el que apuntamos o que la situación empeore aún más. Se agrega que en un 90 por ciento de los casos no se cumple la normativa existente, por lo que estiman que las autoridades están tardando en actuar para poder aceptar, con la ley en la mano, todas las denuncias que se presenten al respecto. Por parte de Disciplina Urbanística del Ayuntamiento de Las Palmas se indicó que todas las denuncias recibidas se han investigado. También se aseguró que el Plan General de Ordenación obliga a habilitar un acceso separado en los edificios de viviendas para actividades distintas como el turismo vacacional.
Estos problemas se han visto reflejados en la prensa local, especialmente en el periódico LA PROVINCIA, con protestas de comunidades de vecinos, de hoteleros y de inmobiliarias. Lo peor de todo esto es que existen propietarios de pisos que expulsan a los inquilinos que tenían antes porque son más rentables los extranjeros que ahora admiten. Según asegura la periodista Teresa García en LA PROVINCIA muchos de los residentes de alquiler se ven obligados a abandonar apartamentos en los que llevan viviendo diez años o más, o han recibido un ultimátum para que los desalojen en el menor tiempo posible, causándoles un gran perjuicio ya que en estos momentos es difícil que encuentren un piso que se amolde a sus necesidades o a sus sueldos, porque los pocos que existen se alquilan a precios inalcanzables.
José Manuel Balbuena