Lanzarote, del volcán a las playas
Las islas de Lanzarote y La Palma – ambas en los extremos oriental y occidental del Archipiélago canario – son dos ejemplos de contrastes que solamente se encuentra en este paraiso natural que son las Islas Canarias. La primera a tan sólo 100 km de la costa africana y La Palma casi en el lugar final del archipiélago.
Lanzarote con ambiente desértico, donde sus habitantes luchan desde hace siglos por vencer a una naturaliza hostil. donde sólo el trabajo y la imaginación han sabido hacer de sus tierras un lugar de belleza única, cuyo mejor ejemplo es el arte desarrollado por César Manrique.
En La Palma – con abundante agua y el segundo pico del archipiélago, con casi 2.500 m de altura en El Roque de los Muchachos – la platanera y el volcán marcan el paisaje, con una gigantesca muestra de pino canario que suponen una belleza natural impresionante.
Son ejemplos de los continuos contrastes que se dan entre las siete islas del Archipiélago canario, que viven gracias a los vientos aliseos que acarician sus cumbres permitiendo una climatología única que permite pensar en un ejemplo de paraíso natural.
De Laguna Verde a Costa Papagayo
Formada a raíz de las erupciones de 1730, se trata de parte del cráter de un volcán. Delante de la laguna verde playa de arena negra, bordeada de rocas de color amarillo.
Este lago es un espacio protegido, por lo que el baño está prohibido, pero la vista es muy recomendable por los distintos colores que podemos apreciar.
Los Hervideros son un espectacular ejemplo de la visión de la naturaleza salvaje. Uno de los paisajes más bonitos de la isla, que permite ver hasta donde llegó la lava tras la erupción. Si además y como es habitual en la isla el viento agita las olas será mucho más interesante. Hay un recorrido que te permite acercarte hasta los acantilados para verlos de cerca con seguridad y para hacer unas bonitas fotos si no hay mucha gente.
Costa Papapayo tiene bien ganada fama para el baño lugar que resalta por su magnífica arena dorada y el contraste colores con el mar.
En esta zona costera hay diferentes calitas bautizadas como playa Mujeres, El Pozo, Caleta del Congrio, Puerto Muelas y la ya comentada El Papagayo. Todas ellas son puno de cita de quien busca arenas finas para disfrutar del baño
Dispone de amplias zonas para diferentes servicios por lo que son espacios muy buscados por los bañistas.
La incomparable Geria no lejos de Timanfaya
En la isla de Lanzarote todo está cerca, pero en reducido espacio se encuentran en la isla dos auténticas maravillas naturales como son La Geria y Timanfaya. La Geria se localiza en el suroeste de la isla, en el municipio de Yaiza. Llama la atención el paisaje formado por cenizas volcánicas, procedentes de la erupción de la cercana Timanfaya.
El cultivo de viñas en hoyos excavados en las propias cenizas volcánicas, sin todo un espectáculo donde se protegen del viento a través de pequeños muros semicirculares de piedra.
Todo ello ha sido construido por sacrificados e inteligentes agricultores que han luchado desde hace siglos contra los vientos, construyendo un enorme jardín sobre tierras volcánicas.
Así se consigue una excelente uva que da lugar a la existencia de distintas bodegas abiertas al público en las que se puede catar y comprar vino, además de contemplar el inmenso paisaje de las viñas
Muy cerca el Parque Nacional de Timanfaya ofrece la inmensidad de tierras volcánicas solamente agredidas por los vientos y donde comienzan a aparecer pequeñas muestras de coladas y donde algunas veces se asoman los conejos.
El paisaje, que parece lunar, es impresionante, formado por las erupciones ocurridas entre 1730 y 1736, y que permite imagina lo que fue un espectáculo de lava discurriendo por suaves colinas.
Se puede acceder en coche o con grupos organizados, siempre controlado por personal especializado realizando una excursión en autocar por un sendero marcado. También se pueden ver los géiseres, que ponen de manifiesto la actividad de los volcanes.
El Mirador del Rio se asoma a la isla Graciosa
Situado en el cabo norte de la isla, a 479 metros de altura sobre el nivel del mar. Desde el mismo tenemos una vista privilegiada de la zona que comprende el archipiélago Chinijo (islas de la Graciosa, Montaña Clara, Alegranza, Roque del Este y Roque del Oeste).
Fue construido este espectacular lugar por César Manrique – creador igualmente de casi todos los espacios típicos de este tipo en la isla – y dispone de un restaurante con vistas impresionantes. que miran sobre un gigantesco cortado sobre el mar que produce una sensación muy espectacular a los visitantes al dar la sensación de estar sobrevolando el acantilado al que se asoma.
No lejos otro mágico lugar – también creado por el artista César Manrique deja embelesados a los visitantes. Se trata de los Jameos del Agua-
Se localiza en el interior del túnel volcánico producido por la erupción del volcán de la corona.
Debe su nombre a la existencia de un lago interior y se trata de una formación geológica singular. Es el primer centro de arte, cultura y turismo creado por Cesar Manrique.
Junto a Los Jameos el viajero encuentra La Cueva de los Verdes donde dentro de un inmenso túnel creado por la lava incandescente, amplios espacios forman hasta un auditorio de enormes dimensiones.
Todo este último conjunto se localiza al norte de la isla en el municipio de Haría y unida a los Jameos del Agua. Resulta particularmente espectacular la gama de colores de la gruta y su reflejo con el agua. Una de las obras cumbre del artista lanzaroteño es el Jardín de Cactus, donde se combina de forma magistral el arte y la naturaleza. Dispone de un recorrido laberíntico en el que podemos disfrutar de multitud de variedades de cactus todo ello plantado sobre tierra volcánica que permite conseguir un conjunto vegetal de extraordinaria belleza natural.
Texto: Elena Moya Redondo