Bodegas Las Moradas de San Martín
La bodega Las Moradas de San Martín nace en 1999, en la vertiente madrileña de la Sierra de Gredos, para recuperar los viñedos centenarios de Garnacha que vienen siendo cultivados desde el siglo XII en el municipio de San Martín de Valdeiglesias, Madrid. Ubicada en “Pago de los Castillejos”, donde confluyen la Comunidad de Madrid con el norte de Toledo y el sur de Ávila, en los aledaños de la Sierra de Gredos, el clima y los especiales suelos de esta zona permiten elaborar vinos con mucha personalidad y calidad. Una apuesta por el futuro de las personas y de esta tierra.
Los suelos de Las Moradas de San Martín son arenosos, producto de la meteorización de granitos, gneises y rocas filonianas; arcosas, composición que marca sus vinos, de un perfil único que hace que el pago sea muy característico.
Clima mediterráneo continentalasentado en altiplano con abundantes vientos del noroeste y con precipitaciones medias de 470-540 mm. La elección de un terruño único con unos viñedos de potencial excelente donde, trabajando correctamente el viñedo, la uva nos ofrece un equilibrio que hace a sus vinos singulares.
Capaces de plasmar el alma de la Garnacha de este terreno, se ha querido hacer un guiño a la cultura literaria a través de las etiquetas que visten estos vinos. Concretamente, “Las Moradas” es el título del último libro que escribió Santa Teresa, pues el vino de esta zona es citado por los más importantes escritores en el Siglo de Oro español, y así se refleja en las etiquetas de estos vinos con un extracto del relato literario de importantes escritores contemporáneos como Lorenzo Silva, Marta Rivera, Ramón Acín, Óscar Sipán, Ángeles Caso, Luz Gabás o Luis Zueco.
Las Moradas de San Martín se encuentra dentro de la zona ZEPA 56 (Zona Especial Protección de Aves); un entorno paisajístico de gran valor medioambiental gracias a su flora y su fauna autóctona. Este entorno es un verdadero pulmón natural, con una atmósfera muy limpia que desde Las Moradas se respetan y se mantienen, llevando a cabo tratamientos preventivos con productos naturales. En bodega, por ejemplo, solo se utiliza el agua para su limpieza y posteriormente se reutiliza para el riego de nuevas plantaciones. En este sentido, el viñedo de Las Moradas cuenta con las certificaciones de cultivo orgánico y biodinámico
Elaboracion Artesanal
Estos vinos se elaboran de forma artesanal, manteniendo el respeto por la uva en todas las fases. Se trabaja con bajos rendimientos por hectárea, buscando el equilibrio con la cepa y el fruto de estas Garnachas a través de la poda. Además, el 100% de estavendimia es manual, sin roturas ni oxidaciones de mosto, sin provocar heridas a las cepas de Garnacha y con una mayor selección que garantiza la máxima calidad, obteniendo vinos sobrios y elegantes, capaces de plasmar el alma de la Garnacha en este terreno. Todos estos vinos cuentan con el certificado vegano.
Igualmente, se dispone de maquinaria respetuosa con la uva: mesa de selección, despalilladora, prensa neumática y equipo de frío. También contamos con pequeños depósitos de acero inoxidable que nos permiten vinificar cada parcela por separado, manteniendo así la asepsia necesaria, cualidad muy importante cuando se trabaja con las levaduras propias de la uva y se elabora sin aditivos. La nave para la crianza dispone de control de temperatura y humedad. Por otro lado, las barricas son de roble francés y húngaro con distintas capacidades (225, 300 y 500 litros) y cada año se renuevan en un 20%. También contamos con foudres de 1.450 litros que utilizamos para los coupages y afinamiento de los vinos.
El viñedo, con una extensión de 21 hectáreas a casi 900 metros de altitud, se encuentra en un enclave paisajístico único, rodeado de pinares, encinas, enebros, jaras y una gran variedad de plantas aromáticas
Clima mediterráneo continentalasentado en altiplano con abundantes vientos del noroeste y con precipitaciones medias de 470-540 mm. La elección de un terruño único con unos viñedos de potencial excelente donde, trabajando correctamente el viñedo, la uva nos ofrece un equilibrio que hace a sus vinos singulares.
Se busca quien disfrute de estos vinos para que se traslade a su origen; al pago y al entorno natural. En lo alto del monte, los suelos de composición arenosa granítica otorgan profundidad y mineralidad a los vinos que, unido a la acidez natural de la uva, forman el eje de Las Moradas de San Martín.
Las Moradas de San Martín se encuentra dentro de la zona ZEPA 56 (Zona Especial Protección de Aves); un entorno paisajístico de gran valor medioambiental gracias a su flora y su fauna autóctona. Este entorno es un verdadero pulmón natural, con una atmósfera muy limpia que desde Las Moradas respetamos y mantenemos, llevando a cabo tratamientos preventivos con productos naturales. En bodega, por ejemplo, solo se utiliza el agua para su limpieza y posteriormente se reutiliza para el riego de nuevas plantaciones. En este sentido, el viñedo de Las Moradas cuenta con las certificaciones de cultivo orgánico y biodinámico.
La Garnacha es una variedad autóctona nacional. Es la más polifacética de las variedades, expresando muchas diferencias en función del terruño en el que se encuentre y plasmando como ninguna la esencia de los suelos en los que es cultivada. En este viñedo conviven jóvenes y viejas plantaciones de más de 100 años, sobre gravas graníticas. Estas plantaciones de Garnacha expresan como ninguna la influencia del terroir de San Martín, con racimos y bayas más pequeños y sueltos de lo normal, capaces de madurar correctamente y aptos para hacer vinos de mucha calidad y gran personalidad.
Vino y literatura
Rendida ante el paisaje de los viñedos y enamorada de la Garnacha, Isabel Galindo fue una de las pioneras del nuevo Gredos. Desde entonces está, como ella misma dice, desaprendiendo con la Garnacha, materia prima de todos los tintos que elabora. Prefiere las zonas altas, que rondan los 900-1.000 metros de altitud, porque el terreno granítico puro es más pobre que en los valles y regula la producción. De este modo, la Garnacha es de mayor calidad, capaz de madurar mejor y más lentamente, proporcionando vinos elegantes y equilibrados. Sus elaboraciones son minimalistas, para darle todo el protagonismo posible a esta variedad.
Las Moradas de San Martín es vino y es literatura en su esencia. Y es que desde la bodega hacemos un guiño a nuestra cultura literaria a través de las etiquetas que visten nuestros vinos, con relatos de prestigiosos escritores contemporáneos.
Así, literatura y vino van unidos para transmitir como nadie la esencia de estos vinos a través de escritores como Lorenzo Silva, Marta Rivera, Ramón Acín, Óscar Sipán, Ángeles Caso, Luis Zueco o Luz Gabás.
Vinos de Madrid
Nuestro viñedo, situado en «Pagos de los Castillejos» de San Martín de Valdeiglesias, pertenece a la Denominación de Origen Vinos de Madrid. Una zona históricamente unida a sus vinos, donde los monjes del monasterio cisterciense vecino ya los elaboraban.
Vinos muy afamados en el Siglo de Oro español en el que no había escritor ni noble que no se postrara ante ellos. Tradición que desde Las Moradas seguimos trabajando, incorporando nuevas técnicas de viticultura al servicio del terruño y el respeto al medio ambiente para elaborar vinos con alma y personalidad.
Valoración de los vinos
La albillo real es una variedad capaz de sorprender incluso a los buenos aficionados a los vinos blancos. Buen ejemplo de ello es este Las Moradas de San Martín Albillo Real, un vino elaborado a partir de cepas de cultivo ecológico plantadas entre los años 30 y 40 a unos 800 metros de altitud.
El viñedo está dividido en tres parcelas que se vendimian de noche para preservar el frescor de la uva y en diversas pasadas para asegurar la madurez perfecta de cada racimo. Las fincas se vinifican por separado bajo el mando de las levaduras silvestres de la propia viña y con la uva prensada sin despalillar.
Acabada la fermentación, su crianza de 6 meses en barricas usadas de roble (300 y 500 litros) con removidos periódicos de las lías y la maloláctica de un 30% del vino, convergieron para dotar al vino de un tacto excepcional que se aprecia en recuerdos de bollería que cubren aquellos de un cesto de fruta blanca recién recolectada. Notas de fina mantequilla asoman tras una larga decantación dejando ver la complejidad de un vino que, en primer término, puede parecer algo tímido.
En boca resulta más fluido de lo que su graduación pudiera habernos llevado a pensar, amarga delicadamente y cubre las mejillas de fina cremosidad derivada de un uso racional de la madera. Tonos anisados y reflejos grisáceos, pequeñas flores blancas y matorrales aromáticos acompañan al vino mientras se desliza por el paladar, llevándonos a un final discretamente salino y mineral. Catándolo, resulta sencillo comprender por qué los vinos elaborados en la Comunidad de Madrid con esta variedad de uva están dando tanto que hablar
Vinos destacados de la bodega
Vinos largos, envolventes, sutiles, elegantes, a la vez que muy vivos y frescos, con una capacidad de envejecimiento muy sorprendente de la variedad Garnacha. Esta «juventud» de los vinos, marca las pautas de trabajo y ha hecho replantear el uso de sulfuroso como conservante en los vinos, ya que la sinergia de bajo rendimiento, suelo arenoso y excelente acidez, actúan por sí mismos como conservantes naturales y permite limitar su uso.
Un proyecto en el que se ha tenido que romper grandes tópicos y empezar de cero, para conocer bien nuestra propia materia prima, sin maquillajes externos que desvirtúan la realidad.
ALBILLO REAL 2019
INITIO 2013
LAS LUCES 2010
SENDA 2017
LA SABINA 2014