La Orquesta y Coro Nacionales de España, son parte fundamental de la programación musical del Auditorio Nacional – ofrecen tres conciertos en fin de semana y otros durante la semana en función de celebraciones puntuales – y siempre que nos es posible asistimos a sus conciertos, dada la calidad de sus interpretaciones y la ambición de sus programas.
Es el caso que acaba de celebrar un gran e interesante programa, para presentar a dos solistas – de piano y de violín – que serán muy próximamente figuras interpretativas a nivel mundial.
Es el caso de Martín García, un asturiano de tan solo 26 años que ha sido premiado a nivel internacional en diferentes concursos que demuestran su calidad interpretativa, que demostró nuevamente en este concierto, con la interpretación, del Concierto para piano y orquesta, nº 2 en Fa menor, op 21, de Fryderyk Chopin.
La Orquesta Nacional, jugó un papel muy destacado en esta interpretación, acogiendo en numerosos momentos su calidad pianística y siendo protagonista, junto al solista, de la incomparable obra del genial Chopin, que demostró una vez más su fama compositiva.
Y es que, la variedad de las composiciones de Chopin, quedó reflejada en esta obra, interpretada por Martín García, con una variedad muy destacada de tempos y energías sobre el teclado, que hicieron posible que, al final del concierto los «bravos» fuesen el mejor reconocimiento a la calidad pianística del solista. que llegó a ofrecer dos «bises» , ante los reiterados aplausos del público asistente.
En suma, todo un éxito musical, que demostró el nivel del solista, siempre con una aportación muy importante, que en esta obra quedó muy bien demostrada – de la Orquesta Nacional – colaborando a destacar la interpretación de Martín García, con un final de la obra de Chopín, donde demostró su maestría y su personalidad el solista asturiano.
No menos calidad y personalidad demostró el otro solista presentado, Javier Comesaña – que es solista de violín – y que interpretó la obra de Sergéi Prokófiev, Concierto para violín y orquesta, nº 1 Re menor, op 19.
Obra esta de difícil ejecución y que resultó fácil, para el solista, a la vista del resultado conseguido, también perfectamente arropado por la Orquesta Nacional, demostrando que los premios internacionales conseguidos por el solista, son fruto de un completo ejemplo de trabajo y dedicación.
Al igual que el anterior solista, la juventud del violinista, no fue freno a una interpretación perfecta, demostrando en determinados momentos, además de una sensibilidad muy especial, el dominio de su violín – por cierto que fue construido en el año 1765 lo que supone todo un lujo – que demuestra que estamos ante una figura mundial, ya en estos momentos.
Ante los «bravos» de los espectadores interpretó, Javier Comesaña, la Zarabanda de J.S. Bach, que produjo un reconocimiento del público que llenaba parte del Auditorio, algo que ocurre en muchos conciertos, pese a que los precios que presentan los conciertos de la Orquesta Nacional son muy bajos, en relación con su calidad
El colofón a este gran concierto que duró dos horas y media, lo puso esta formación musical, con la gran obra de Claude Debussy, «La mer,», más que conocida, donde de nuevo brillaron con luz propia, las dos arpas, definitivas en esta obra, además de la percusión y los metales, demostrando una vez mas la calidad interpretativa de la Orquesta Nacional.