- El 88% de los madrileños está a favor de que los usuarios cuenten con un seguro de responsabilidad civil, aunque un 40% lo condiciona a que la circulación se limite a vías urbanas.
- El 6% de los madrileños ya han utilizado o utilizan el patinete eléctrico en sus desplazamientos.
El panorama de la movilidad urbana en Madrid está a punto de experimentar un cambio. Hace unos días, el alcalde José Luis Martínez-Almeida anunció el inicio del proceso de revocación de las autorizaciones a las empresas de alquiler de patinetes eléctricos compartidos. Esta decisión, motivada por el incumplimiento de las condiciones de seguridad establecidas en los pliegos de autorizaciones, podría propiciar sin embargo el auge del patinete eléctrico privado, un escenario que traería consigo nuevos retos y responsabilidades. Y es que, aunque esta medida busca mejorar la seguridad, el 74% de los madrileños considera que la ciudad no está preparada para la coexistencia de diferentes tipos de vehículos y medios de transporte, según el estudio del Foro de Movilidad de Alphabet.
Este nuevo escenario plantea un reto en la convivencia en un espacio público ya de por sí congestionado. A pesar de que existía la opción del alquiler, un 6% de los madrileños ya había utilizado o utiliza para sus desplazamientos los patinetes eléctricos y un 3% ya tenía uno propio. Ahora, la desaparición de la opción del alquiler compartido, lejos de reducir la presencia de estos vehículos, podría incentivar la compra por parte de aquellos ciudadanos que antes optaban por el alquiler ocasional, aumentando aún más su presencia en las calles.
La medida llega en el momento de la aprobación del anteproyecto de la Ley de Movilidad Sostenible que obliga a los usuarios de patinetes eléctricos a contar con un seguro de responsabilidad civil. Esta nueva ley cuenta con un amplio respaldo social, ya que, según el Foro de Movilidad, un 88% de los madrileños la apoyan; y es crucial para garantizar la seguridad vial. Este seguro cubrirá los daños personales y materiales que puedan causar los usuarios a terceros, así como la defensa jurídica y la asistencia sanitaria en caso de accidente, ofreciendo un marco de protección a todos los actores que comparten el espacio público. Además, la regulación del uso de los patinetes eléctricos, demandada por un 60% de los madrileños que abogan por limitar su circulación a carriles específicos, es fundamental para garantizar una convivencia segura y ordenada.
