Fallece Luis Oruezabal, dueño de Chikito
[dropcap]U[/dropcap]na de las figuras más señeras de la ciudad de La Alhambra, Luis Oruezabal, acaba de fallecer, en medio de general estupor, por diferentes razones.
Ha muerto el día 31 de diciembre, como consecuencia de una intoxicación al inhalar monóxido de carbono, debido a una mala combustión de una chimenea.
Su mujer y otros acompañantes han sufrido también con la intoxicación pero han sobrevivido tras dura rehabilitación.
El mejor embajador de Granada y propietario del restaurante Chikito, Luis Oruezábal, ha fallecido. La mala combustión de una chimenea que tenía instalada en la parte baja de su vivienda llenó la casa de monóxido de carbono y todo apunta a que esta ha sido la causa de la muerte. Su mujer y dos adultos más se encuentran ingresados en un hospital granadino con diagnóstico grave debido a la inhalación producida en una chimenea. Un hijo de Luis fue quien dio la voz de alarma al retrasar su llegada al Restaurante.
Personalmente para quienes formamos esta revista, la desaparición de Luis Oruezabal es un golpe difícilmente superable, por nuestra amistad y por la profesionalidad de este gran hombre.
Le concedimos el Premio Mejor Profesional de la Gastronomía y de ello presumía, lo que para nosotros fue un orgullo.
Además de un buen hombre y un magnífico profesional, era un trabajador incansable y su restaurante el máximo referente de la cocina de Granada, que era punto de encuentro de los amantes de la buena gastronomía.
Ahora sólo queda reconocer su existencia, que lo hagan los responsables granadinos y animar al máximo a su familia y trabajadores de ese portentoso templo de la cocina de Granada.