Pisos turísticos ilegales y problemas de movilidad
- Graves problemas de la actividad turística entre la movilidad en los destinos y los alojamientos mafiosos
Dos grandes problemas tiene planteados el sector turístico – existen más pero estos reseñados ahora son de urgente resolución – y su complejidad necesita que se aborden cuanto antes dado que su gravedad así lo marca esta actividad industrial.
De una parte, el crecimiento en la llegada de viajeros a nuestro país, ha supuesto la necesidad de una planta de alojamiento que permita este desarrollo, lo que ha llevado al crecimiento de instalaciones hoteleras en toda España.
El aumento del negocio hotelero ha supuesto que los buscadores de enriquecimiento rápido inventen nuevas formas de hacerse rico.
De esta forma han aparecido los pisos turísticos que son una dura competencia – por sus bajos precios – para los establecimientos clásicos que, en muchas ocasiones, abusan de precios altos, sobre todo si se produce una mayor demanda, como ocurre en determinadas épocas de la temporada turística. El problema se crea cuando, como ocurre en la actualidad, las plazas en este tipo de pisos, superan a las disponibles en los hoteles tradicionales.
A todo ello se une la inexistente legislación creada en torno a este tipo de negocios, lo que permite que se adviertan auténticas mafias que son, además de ilegales, una clara y compleja competencia desleal, para los establecimientos hoteleros que están dentro de la ley.
Las grandes ciudades – con ejemplos muy especiales en Madrid y Barcelona – padecen este tipo de problemas, que poco a poco se van ampliando a zonas turísticas, como puede ser el caso de Ibiza, donde la oferta hotelera es pequeña, y da lugar a que se presenten todo tipo de abusos que padecen los viajeros sin posibilidad de respuesta.
Otro gran problema que tiene planeado en este momento la actividad turística es la falta adecuada de la ordenación del espacio público de los destinos turísticos con muy deficiente movilidad, que hace del viaje del turista una indiscutible incomodidad que supone que el viajero reniegue de su elección turística.
En otras informaciones editadas en este número y en nuestra edición de internet, mostramos más datos sobre estos dos graves problemas que un sector como el turístico de nuestro país, debe afrontar sin duda alguna, siendo los gestores de la actividad turística quienes deben resolverlos y así mantener el interés por esta industria española.