Se trata de un homenaje al recorrido de una de las compañías de danza más importantes de nuestro país. Es una mirada a su historia, a través de las piezas que fueron bailadas, y en ocasiones creadas ad hoc para ellos, por la destacada cantera de primeros bailarines que han salido de su elenco.
Hemos podido ver en escena una variedad de coreografías a cual más original. Lo verdaderamente especial ha sido comprobar que esta compañía de danza tiene unos prodigiosos bailarines que son capaces de enfrentarse a todo tipo de muestras coreográficas. Algunas de ellas rayan en lo inmejorable y muestran que 30 años de sabiduaría del genio español de la danza han dejado ya su personalidad en esta formación de baile.
La danza contemporánea dominó el programa presentado, aunque ramalazos de clásico embellecieron el programa que, siendo muy completo, se hace un poco largo,aunque es llevadero, no en vano 30 años dan para mucho y su creador – no solo se compone de coreografías de Victor Ullate ya que se completa con otras de Eduardo Lao – dando lugar a una marcada muestra de la personalidad del gran bailarín que ha presentado su separación del ballet para dedicarse a diferentes cuestiones derivadas de la Fundación que lleva su nombre.
Una marcada demostración de coordinación escénica se presenta en algunos números de grupo para ser especialmente atractivos algunos de ellos como una Carmen verdaderamente espeectacular. Pero no quedan atrás las coreografías individuales, que demuestran que son capaces de llenar el espacio escénico con su única presencia.