Las Rutas de la Seda, Medicina Tradicional China – III
Por Faustino Castilla
Con una historia de más de 5.000 años de vida
Medicina Tradicional China
La cultura china tradicional ofreció a los antiguos chinos una comprensión singular de los procesos de la vida, la salud y la enfermedad. Los métodos que empleaban para cuidar la salud y prevenir las enfermedades dieron origen al sistema general de curación conocido en la actualidad como Medicina Tradicional China.
La evolución de la medicina tradicional siguió muy de cerca el desarrollo de la sociedad, la economía, la ciencia y la cultura china. Este paradigma médico oriental se desarrolló durante un prolongado lapso que se inició en el Neolítico, hace más de 5.000 años y a través de la historia en cada etapa se fue recopilando en variadas obras que reflejan su maduración hasta nuestros días, y en cada una de ellas se refleja la marca invariable del desarrollo de la cultura china a través de los tiempos.
La Medicina Tradicional China y la cultura china se encuentran en completa armonía, no en vano durante milenios ha desempeñado un papel decisivo en la capacitación del pueblo chino para combatir la enfermedad, fortalecer la salud y alcanzar la prosperidad.
Para la medicina tradicional china, el cuerpo humano es el espejo del universo, en la medida en que sus elementos constituyentes son los mismos que se encuentran en la naturaleza y están gobernados por las mismas leyes.
Se piensa de forma equivocada, que la medicina china no es más que acupuntura y fitoterapia. En realidad, la medicina china es un campo muy amplio que comprende muchos otros aspectos, como la medicina externa, el masaje terapéutico, la traumatología, el chi-kung y la salud mental y espiritual.
A medida que la humanidad se adentra en el siglo XXI, los rápidos avances científicos y tecnológicos están provocando cambios radicales en la concepción de lo que es la salud y en los medios para cuidarla.
Hoy en día, ya no basta simplemente con prevenir las enfermedades y las lesiones. En efecto, la integración del bienestar físico, mental y emocional, así como el seguimiento de un estilo de vida caracterizado por la armonía entre la sociedad y el entorno, están adquiriendo una importancia incluso mayor.
La medicina ha evolucionado de una ciencia puramente biológica a una ciencia que también toma en consideración las variables sociales, psicológicas y ambientales.
Después de 5.000 años de antigüedad, la medicina china continúa siendo efectiva en la actualidad. A diferencia de la medicina ortodoxa occidental, cuyos tratamientos están orientados a eliminar los síntomas, la medicina china trata de curar las enfermedades centrándose en su causa y en las personas que las sufren.
Para poder realizar esta información, hemos acudido a diferentes publicaciones entre las que destacan y recomendamos para mejor elección de este tema los siguientes :
«Medicina china para principiantes», cuyo autor es, Penelope Ody, editado por Neo Person, con contenido de agradable y cómoda lectura- El otro libro consultado es, «La medicina tradicional china» que está editado por el Ministerio de Cultura de la República Popular China, que en su Departamento Cultural, dispone de numerosas publicaciones sumamente divulgativas y cuyos autores son, en este caso, Yu Youhua y Lin Qian.
Del Yin al Yang
De esta forma, la Medicina China contempla diagnósticos sobre una amplia gama de dolencias que abarcan desde un resfriado común hasta la artritis. También señala una amplia relación de hierbas tradicionales chinas, así como consejos sobre su uso. Todo ello es una amplia demostración de plantas y hierbas muy beneficiosas que se pueden encontrar fácilmente en numerosos establecimientos, como herbolarios y tiendas especializadas.
Estos nuevos conceptos son muy similares a los principios holísticos sobre los que se basa la Medicina Tradicional China, incluídos el tratamiento preventivo, la unidad el género humano y la naturaleza de la forma y el espíritu, y el equilibrio entre el Yin y el Yang y el sistema de canales.
El concepto del yin y el yang, son los dos términos que más se utilizan en la medicina china, y también los que con mayor frecuencia se compren den mal.
El equilibrio del yin y el yang es fundamental para la salud. Pero ¿qué significa realmente? ¿Por qué y cómo resulta perjudicial para la salud la falta de equilibrio entre el yin y el yang?
El yin y el yang no hacen referencia a partes concretas ni a aspectos del cuerpo. En realidad, no tienen un significado específico ya que no son términos absolutos, sino meros símbolos que resultan prácticos para representar dos aspectos opuestos y, al mismo tiempo, complementarios, de la medicina y de todos los demás ámbitos.
La significación y las manifestaciones del yin y el yang a veces pueden ser profundas y numerosas, pero en sus formas más sencillas el yin y el yang se refieren al concepto de dos aspectos opuestos y, sin embargo, complementarios de la realidad, con independencia de que la realidad se exprese en forma de objetos o de ideas.
En el campo de la medicina ambiental, por ejemplo, los médicos chinos se dieron cuenta hace mucho tiempo de la enorme importancia de las condiciones ambientales para la salud.
El hombre debe ser capaz de adaptarse en armonía a los cambios climáticos porque si no podría enfermar. Los médicos chinos explican esta relación utilizando el yang para representar la infinidad de sutiles cambios ambientales y el yin para representar al hombre y su capacidad de adaptación.
Si uno no consigue adaptarse a un cambio climático repentino y cae enfermo, esto se describe como desequilibrio del yin y el yang.
Los cinco procesos elementales
Según asegura, Wong Kiew Kit, en su libro, “El Gran Libro de la Medicina China”, después de lo indicado anteriormente, “Hay cuatro estaciones y cinco procesos elementales en la naturaleza. Las cuatros estaciones son la germinación, en primavera; el crecimiento, en verano; la recolección de la cosecha, en otoño; y el almacenamiento de las provisiones, en invierno.
Los cinco procesos elementales que describen simbólicamente todos los cambios fenomenológicos de la naturaleza son los procesos del metal, el agua, la madera, el fuego y la tierra, que pueden ocasionar las condiciones climáticas de sequedad, frío, viento, calor y humedad.
El hombre tiene cinco órganos internos de “almacenamiento” y seis de “transformación”. Los cinco órganos de “almacenamiento”, o zang, son el corazón, el hígado, el bazo, los pulmones y los riñones, y los seis órganos de transformación, o fu, son el intestino delgado, la vesícula, el estómago, el intestino grueso, la vejiga y el triple calentador.
Estos órganos generan energías para sus funciones respectivas; por ejemplo, el corazón genera energía para el funcionamiento del 6. Los seis males (frío, calor, etcétera) no tienen nada que ver con las cinco condiciones climáticas (frío, calor, etcétera), aunque estén estrechamente relacionados.
Por ejemplo, cuando nos referimos al clima, frío y calor son términos realistas: en cambio, cuando nos referimos a los males, tienen un sentido simbólico. Los gérmenes patógenos se representan como fuego-malo. 53 corazón, el intestino delgado genera energía para el funcionamiento del intestino delgado, y así sucesivamente.
El hombre tiene además siete emociones, que son la alegría, la ira, la aflicción, la preocupación, el temor, la angustia y el susto. Si la “alegría y la ira” (que es la forma breve de hacer referencia a las siete emociones) están en desequilibrio, perjudican el espíritu.
Esto significa, que las siete emociones son las causas internas de la enfermedad. Si el “frío y el calor” (que es la forma breve de referirse a los seis males, es decir, el frío, el calor, la sequedad, la humedad, el viento y el fuego) están en desequilibrio, perjudican el cuerpo.
Por lo tanto, los seis males son las 6 causas externas de la enfermedad. Por ejemplo, el exceso de ira perjudica el hígado, porque cuando una persona se enfada mucho, el desequilibrio de energía que produce actúa contra este órgano.
Como el hígado es el encargado de regular la sangre, esto a su vez afecta la resistencia natural que nos proporciona la sangre para combatir la enfermedad. La resistencia natural se simboliza con el yin, en contraste con los agentes patógenos externos, que son yang. Por lo tanto, el exceso de ira afecta la defensa yin, y se produce así un desequilibrio del yin y el yang.
El exceso de alegría perjudica al corazón, porque el desequilibrio de energía que produce reacciona contra este órgano, que, en chino clásico, suele significar la mente. El corazón, o la mente, controla diversas funciones fisiológicas y, como las funciones se representan como yang, el exceso de alegría perjudica las funciones yang, y también produce un desequilibrio del yin y el yang.
Cuando se produce un desequilibrio del yin y el yang, aparecen diversas energías negativas. Esto altera el flujo normal de la energía y de la sangre, y se puede detectar en forma de pulsaciones irregulares.
Por lo tanto, cuando uno pierde el control de sus siete emociones, o no puede contener los seis males, su salud se verá afectada.
Los chinos consideran la salud desde un punto de vista holista, que comprende no sólo la lucha contra los microorganismos agresores y el correcto funcionamiento de los órganos, sino también la relación armoniosa con uno mismo, con los demás, con las condiciones climáticas y medioambientales y con todo el universo. Y cuando se produce una enfermedad, el médico chino no examinará la causa desde un punto de vista localizado, reduccionista, sino que intentará relacionarla con todos los factores relevantes, tanto internos como externos.
Continua diciendo, Wong Kiew Kit, en su libro, “El gran libro de la Medicina China”: Los procesos son arquetípicos, los ingredientes no El segundo concepto que más se utiliza en la medicina china, después del yin y el yang, es, probablemente, el de los “cinco procesos elementales”, que se suele traducir como los “cinco elementos”. Pero los llamados “elementos” no lo son en realidad; no tienen nada que ver con los cuatro elementos – aire, agua, fuego y tierra – de los griegos y los indios.
Los términos chinos madera, fuego, tierra, metal y agua no pretenden describir los componentes fundamentales que constituyen el universo, sino procesos o cambios arquetípicos. Por consiguiente, es preferible traducirlos como los “cinco procesos elementales”. También se conocen como los “cinco movimientos”.
El concepto de los “cinco procesos elementales” no se utiliza sólo en la medicina china, sino también en disciplinas tan diversas como la metafísica, la química y la estrategia militar.
Los antiguos filósofos observaron que el universo está compuesto por infinitas combinaciones de cambios o movimientos. Evidentemente, hay innumerables tipos de cambios o movimientos distintos, pero todos se pueden clasificar en cinco procesos arquetípicos, cada uno con sus propias características comunes.
En otras palabras, dice Wong Kiew Kit, cuando los antiguos filósofos mencionaban la madera, por ejemplo, no hacían referencia a la madera como sustancia sino a una clase de procesos que tenían las cualidades o las características de la madera. La intercreatividad de los cinco procesos.
Partiendo de la observación, los antiguos filósofos descubrieron que estos cinco procesos arquetípicos se creaban y se destruían mutuamente sin parar, y generalizaron este ciclo perenne de acciones y reacciones de los fenómenos en los principios de intercreatividad y interdestructividad.
El principio de intercreatividad hace referencia a las acciones y reacciones mutuas de los procesos elementales que producen un crecimiento o una evolución posterior.
Termina asegurando el escritor chino que, “Estas fuerzas idénticas de intercreatividad e interdestructividad son necesarias para mantener las constantes transformaciones que se producen de manera permanente tanto en el hombre como en el cosmos. Si sólo hubiera intercreatividad sin interdestructividad, o viceversa, sería imposible mantener el equilibrio del hombre o del cosmos. Las transformaciones se producen constantemente, tanto en la escala infinita del universo como en la infinitesimal de la partícula subatómica”.
En la salud y la medicina, estas transformaciones se pueden producir a cualquier nivel: medioambiental, corporal, orgánico, de los tejidos, celular e incluso en el nivel “inmaterial” de la energía.
En el futuro la Medicina Tradicional China seguirá ejerciendo una poderosa influencia en el desarrollo económico, científico y cultural de la sociedad humana.